viernes, 20 de enero de 2012

Algo que me inquieta...

La sinceridad.
Es un término que abarca un millón de sentimientos, no se puede ser sincero sin romper ciertas ''normas''.
En cuanto a la amistad, la sinceridad  es algo que, se va ganando poco a poco, es decir, planteemos que, conocemos a alguien por primera vez, no le contamos de primera todo lo que sentimos y creemos. Sino que si se sigue manteniendo contacto, poco a poco nos vamos abriendo, hasta llegar a un punto en el que, da igual los prejuicios que tengamos y nos abrimos con total libertad y contamos nuestros problemas e inquietudes.
Lo mismo pasa con la familia, aunque, sinceramente, yo no soy de contar todo lo que me ocurre. No tengo la necesidad de que mi madre (por ejemplo) se entere de mis sentimientos. No me gustaría que mi madre pensara que estoy loco por lo que piense.
Yo entiendo que, a lo mejor, no se llegue a entender mi relación con mi madre. Y también entiendo que, cualquiera pueda tener con su familia un vínculo que, una vez que se les cuente una anécdota, eso llegue ha crear una buena relación.
En términos de pareja, nunca se llega a ser sincero, bajo mi punto de vista, una vez que tu pareja se aleja de tu lado, con sus amistades actuará de una forma muy distinta a la que actúa contigo. Si ese vínculo que tienes con familia y amigos, evoluciona también con la pareja se puede llegar a tener una plena sinceridad. No sé si yo llegaré algún día a alcanzar esa sinceridad plena, porque, ya sea por mis prejuicios o, por mi forma de ver la vida, mi mente no me permite el ser totalmente sincero con la familia. Distinto es con las amistades, porque cuando estamos mal, ellos/ellas están apoyándote. Respecto a pareja, cuando tenga, podré hablar plenamente de sinceridad.

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